miércoles, 13 de marzo de 2013

Un susurro del "Jefe"

Por noviembre del año pasado, (2012) fui a dar una clase de Kundalini Yoga en el kiosco del parque Colomos 1 de Guadalajara Jalisco México, ocurrió algo que me pareció muy interesante, había llegado temprano y estaba aseando el kiosco barriéndolo y trapeándolo, mientras lo hacía, pensaba,” he servido a esta comunidad dando clases de yoga por 20 años en este kiosquito, ¿habrá valido la pena? Así que seguí limpiando, y al rato llegaron los alumnos de ese día, suele suceder que seguido, antes de empezar la clase, platico algún tema relacionado con el yoga, siento que tengo que hablarles y les hablo, simplemente, estoy siendo un canal del infinito en esos momentos. Era un sábado y eran como las 12 del mediodía, tenía como 15 minutos hablando sobre un tema, cuando entraron un maestro y una maestra de alguna escuela local, cada uno llevaban como a 10 niños todos agarrados de la mano, los niños empezaron a caminar en dirección al estanque de los patos y para eso, tenían que caminar por enfrente de nuestro kiosquito, la sorpresa fue, que cuando pasaban exactamente frente a nosotros, todos los niños cantaron “Ong Naamooooo Guru Deeeeev Namooooo” así que todos volteamos a verlos, siguieron caminando e inmediatamente después ya por llegar al área de los patos volvieron a cantar “Ad Gure Namee Yugad Gure Namee Sat Gure Namee Siri Guru De Ve Name” me fije bien en los maestros por si reconocía a alguno de ellos, pero la verdad, jamás en la vida los había visto, cuando esto aconteció, tuve una respuesta del infinito a la pregunta que me había hecho antes de que llegaran los alumnos, si había valido la pena, en algo había contribuido para hacer a este mundo mejor, en este parque en verdad me han sucedido cosas muy raras, una de ellas fue, que un día, al llegar al kiosco a dar la clase, todos los arboles de alrededor estaban llenas de ardillas, había como diez en cada uno era para admirarse, estaban haciendo mucho ruido, en 20 años, jamás había visto esto, parecía que todas las ardillas del parque se habían reunido por algún motivo alrededor de los árboles del kiosco, estos animalitos, estuvimos admirándolas por un buen rato hasta empezar la clase. También en un ocasión, tenía una araña en mi mano que se me había subido durante una placentera meditación, al abrir los ojos, me sorprendió me la sacudí y por allá corrió, no es la primera ocasión que me sucede algo con los animalitos, en otra ocasión les platico algo más sobre ellos, Sat Nam

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